Juzga y se juzgado.

¡Ciao gentecilla!

Las circunstancias me obligaron a madurar prematuramente. Pero yo solo maduré en una parte de mi ser. Desarrolle la timidez, la cobardía y el miedo. Mientras la naturalidad, la inocencia y el optimismo siguen siendo igual que cuando era pequeña. Sigo viendo el vaso medio lleno, torciendo la letra hacia arriba en la pizarra, poniéndome metas a la altura de las estrellas... ¿Y por qué hago todo esto? Muy simple. Sigo siendo una enana. Me da igual lo que la gente piense de mi, lo que opinen de mi forma de ser mientras yo esté a gusto. Pero vosotros, los 'maduros', la gente que si que ha crecido y ha dejado la niñez atrás, vosotros tenéis algo que yo siempre he querido. Vosotros tenéis la capacidad de juzgar y ser juzgados. En mi eso no sucede, todo lo atribuyen a mi edad, esa frase 'son cosas de niños' está muy presente en mi día a día. Y en el fondo (pero muy en el fondo) me gustaría crecer y dejar a esta niña atrás solamente para conseguir que alguien tenga el valor de juzgarme sin ver mis circunstancias de vida y mi mentalidad. No quiero decir que quiero que me pongan verde... Lo que quiero es que me digan su opinión sobre lo que yo hago. Y así yo poder tener en cuenta su opinión para mejorar y crecer y continuar aprendiendo. Ya que señores, como dijo un innombrable (no por nada, si no porque no recuerdo su nombre) ''Nunca se deja de aprender''. Sigo siendo una enana, pero lo seré siempre.

Si te ha gustado compártelo con tus amigos, si no te ha gustado compártelo con tus enemigos ¡y que se jodan!

¡Sed felices!