jueves, 5 de agosto de 2021

De cuando me rompí.

Nunca pensé que terminaría escribiendo sobre algo así. Me siento estúpida, traicionada, engañada... No sé qué habré hecho en mi vida para merecer que se me envíe toda esta mierda. 

Era feliz y mi mente no paraba de decirme que algo no cuadraba, que algo no iba bien. Y yo pensaba que solo era mi propia fijación lo que no iba bien. Pero, de nuevo, me he vuelto a equivocar. No he confiado en mí y he vuelto a fallarme. 

Mi primer impulso fue huir. Escapar. Irme. Desaparecer. Pero olvidé que el mundo es redondo y por mucho que corras en algún momento volverás a estar en el mismo sitio.

Luego vino la ira. Y se juntó con la rabia de todos estos años. Mi cabeza imagina escenarios de confrontación en los que llevo a cabo venganzas que no sabía que era capaz de imaginar. Y disfruto con ello. 

Después llegó la culpa. Esa hija de puta siempre llega, aunque nadie la haya invitado. Y te hace ver todas las cosas que has hecho mal, todos tus errores, tus equivocaciones. Y llegan como un jodido tsunami que arrasa con todo y te deja echa polvo. 

Pero la culpa nunca me perteneció, solo fue un reflejo de todo aquello que amaba.

sábado, 5 de junio de 2021

Verán los resultados, pero jamás entenderán lo que invertiste en ellos.

 Este último año decidí poner a prueba todos mis conocimientos y capacidades con el fin de llevarme al límite para intentar ser consciente de mi valía para mi misma y para el mundo. 

Con ese objetivo en mente, me apunté a dos Másteres Universitarios, uno a distancia y otro presencial. Además, para darle algo más de jugo al asunto cogí un trabajo de un par de horas al día que me permitiese costear estos estudios en caso de que no me proporcionasen una beca. 

Estamos a cinco de junio y puedo decir que estoy deseando que llegue el momento en el que termine con esta tortura que yo misma escogí, aunque todavía me quede más de un mes para ello. El camino hacia este final ha sido una verdadera montaña rusa de emociones. Ha habido momentos en los que me he sentido la dueña del mundo y otros en los que tan solo quería abrazar mis rodillas y abandonarlo todo. Pero si debe nombrarse una constante en esta montaña rusa he sido yo misma. 

Cuando me apunté a esta locura busqué experiencias de personas que hubiesen pasado por ello con el fin de comprobar que era posible, que no estaba soñando, que no me estaba marcando una meta inalcanzable. 

Y sí, es posible, pero de lo que nadie me habló fue de lo muy poco valorada que te vas a sentir en el proceso. Es frustrante ver como tú misma puedes ver en perspectiva los enormes logros que estas alcanzando pero que aún así a tu entorno le parezca que "no es para tanto". 

Permíteme decirte que sí, que sí lo es. Que es una bestialidad que una persona sea capaz de realizar en un año las tareas y funciones de tres personas y salir de ello sin demasiados rasguños. 

Si quieres un consejo te diré que tienes que ser muy fuerte para meterte en esto, tienes que creer mucho en ti misma y ser muy consciente de que puedes hacerlo y de todo el tiempo y esfuerzo que estas empleando en ello. El mundo no va a apoyarte, y si lo hace te parecerá insuficiente. Ninguna palmadita en la espalda calmará el estrés y la ansiedad a la que te expondrás cada día. Aunque he de decir que, aunque no sea suficiente, se agradece enormemente que alguien te apoye en el camino. 

Aprenderás a valorar mucho más los pequeños momentos de socialización que te permitas, y debes saber que eso no garantiza que las personas con las que los compartes lo valoren. Solo tú verás el esfuerzo que haces por sacar ese día, esa noche o esas horas para invertir en cuidar tus relaciones personales. A tus allegados ese tiempo les parecerá igual de insuficiente que a ti el apoyo que te dan. 

Pero no desesperes. Aprende a invertir el tiempo en ti, en cuidarte a ti misma, en quererte y apoyarme más allá de todo. Sé tu propia fuente de energía. Solo a través de no necesitar a nadie podrás recuperar esa vida "normal" a la que estabas acostumbrada. 

Ánimo. Queda el último empujón. 


"La razón por la que las personas fracasan realmente no es porque pusieron sus metas muy altas y no llegaron, sino porque las pusieron muy bajas y las alcanzaron" Jordan Belfort

sábado, 9 de enero de 2021

Para ti

 El otro día mamá me recordó que hace siete años que te fuiste. No sé bien cómo sentirme ante eso. No niego que para mi fue un trauma, un shock, el saber como estabas, lo que estaba pasando y no poder si quiera verte. Fue doloroso. Pero realmente, desde entonces te noto más cerca que nunca. Estas conmigo en cada paso que doy, formas parte de cada conversación con el universo. Me has visto reír y llorar, enamorarme y desesperar, replantearme hasta la vida misma y salir del mal trago como si nada hubiese pasado. 

Por supuesto que me hubiese gustado poder pasar más tiempo contigo, disfrutar de tu compañía un poco más. Pero sabes muy bien que mis energías nunca fluyeron en ese sentido, prefiero que seas libre de tu cuerpo y puedas dedicarte a verdaderamente disfrutar de tu vida, de la vida que tuviste y creaste por y para tu recuerdo. 

Te mentiría si dijera que no quiero abrazarte ahora mismo, pero sé que la única forma de hacerlo está dentro de mí y contigo. Aunque no sea el mismo cuerpo ni la misma cabeza pensante que escribe ahora estas palabras, la que te abraza en mi interior comparte conmigo todo el amor que sentimos por ti y que jamás dejaremos de sentir. 

Sé que estás leyendo esto, siempre lo haces, ¿verdad? Echaba de menos conversar contigo y esta es ya la única forma que me queda de hacerlo, pero la verdad es que me encanta. Creo que es la única forma en la que realmente me vas a llegar a conocer. Y aunque haya algunas cosas que no sepas responderme, me siento muy agradecida por poder gozar de tu abrigo en esta fría noche de invierno. 

Nos volveremos a ver. Te quiero Opa. 

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