jueves, 8 de noviembre de 2018

No estoy hecha de vidrio

Poco a poco aprendo mucho. Parezco Caillou en la mítica intro de su no tan vista serie. Crezco despacio, pero a pasos de gigante. A base de estudiar y observar los comportamientos de las personas he aprendido muchas cosas, sobretodo de mí. Ya sé que de tan buena que quiero ser a veces parezco tonta. Ya sé que mucha gente se ha aprovechado de mi aparente inocencia para sacar ventajas a su favor. Ya sé que la vida a veces es un poco puta, y que no tiene sentido pasarlo mal por nadie que no sea de la familia. Y todo eso me lo ha enseñado el mundo, por las buenas y por las malas, y en muchas y repetidas ocasiones.

Siempre supe que para tener un secreto tenías que asegurarte que tan solo tú pudieses saberlo, pues nadie cuenta sus intimidades si no quiere hacerlo. Tan solo nosotros mismos somos seguros para nuestros secretos. Si contamos una mentira para ocultar un secreto que no hemos guardado bien, ese secreto deja de serlo al instante. Nadie es tan bueno mintiendo como cree.

Sin embargo, puedo llegar a comprender por qué miente la gente. Sé que hay personas que necesitan más tiempo que otras para aceptar ciertas cosas, y por eso mismo procuro no juzgar a los mentirosos. Ellos mismos saben sus miedos y temores. Ellos tienen la justificación perfecta para que esa mentira sea extremadamente necesaria, y nada de lo que digas o hagas podrá cambiar su forma de pensar. Porque creen que con esa mentira, con ese secreto no tan bien oculto en su interior, te están haciendo un favor. Te están protegiendo, salvaguardándote de la realidad. Creándote un cuento del que no has dedicido ser partícipe.

Me alegro de haber decidido serme sincera, sincera conmigo y con el resto cuando hacen las preguntas adecuadas. Sigo teniendo secretos, como todos. Sigo compartiendo solo conmigo las cosas que realmente considero importantes, las cosas que realmente no quiero que salgan a la luz porque son demasiado valiosas para dejar que el mundo las pervierta con su incansable afán de volver las cosas en mi contra. Pero esos secretos, esas cosas que son mías, forman parte de mi pasado y de mis historias, no de mi presente o de mi atípica personalidad. Forman parte de mi locura interna, no de aquella que quiero mostrar al mundo. Y por ello se quedarán ahí, encerradas en un rincón oscuro de mi cuerpo, donde tan solo yo, en mis ratos libres de ganas de odiarme, pueda acceder para revisar y rediseñar las historias que yo misma cree y de las que yo misma soy la principal protagonista.
Resultado de imagen de secretos tumblr gif

"Todos luchamos nuestras propias guerras privadas."
Benjamín Alire Sáenz

viernes, 28 de septiembre de 2018

Estoy loca, pero soy libre.

Mi vida actualmente no tiene un rumbo fijo. Pero aunque no lo parezca, no me preocupa. Siempre supe que la primera decisión no me llevaría al destino final, y me estoy divirtiendo mucho en el trayecto. Estoy conociendo a mucha gente, haciendo muchos nuevos amigos y no sé lo que saldrá de todo esto. No sé si mañana despertaré con la mayor depresión de mi vida y mil personas en las que apoyarme para salir de ella; o si en cambio despertaré sola y feliz, como en los cuentos de hadas comiendo perdices que yo misma cacé. Pero desde ahora puedo asegurarte que pase lo que pase me tendré a mi. Porque me estoy conociendo, porque estoy volviendo a ver las cosas que realmente hacen latir a mi malcriado corazón. Que estaba tan acostumbrado a relajarse que se había olvidado de la ternura que hay dentro de un abrazo de oso, de esos que rompen los huesos y quitan el miedo. Estoy aprendiendo a perdonar, a estar ahí para la gente en el momento que me necesiten, a recordar las cosas que antes me parecían estúpidas. A querer al mundo por lo que es y no por lo que puede converrtirse en mi vida. 
Y todo esto lo estoy haciendo desde el caos de la incertidumbre, desde la alocada posición que se atribuye a aquellos felices desdichados que optan por hinchar una burbuja y meterse dentro. Tal vez hoy me da por perderme en la inmensidad de los mares de tus ojos y mañana decido que necesito algo de tierra entre tanta agua. Pero eso no tiene por qué suponer un problema. He aprendido a vivir entre mares y tierras, a enamorarme de la vida cada día, a reconocer las cosas que quiero y no quiero en mi vida. Ahora disfruto más, de todo, sin excepciones. He añadido un extra de placer a mi vida, fijándome en las pequeñas cosas, teniendo en cuenta los detalles y escuchando las palabras por absurdas que sean. Pues a menudo aquello que nos parece más absurdo e irreal puede terminar siendo una de las mejores cosas que nos haya pasado en la vida. 

Se que no todo el mundo acepta este nuevo cambio que he dado a mi vida. Se que hay gente que va a echar de menos la organización y la calma típicas de mi yo del pasado. Pero seamos sinceros, nunca se me dio bien controlar mis impulsos.
Puede que te apetezca opinar sobre mi loco y atípico estilo de vida, y puedes hacerlo, nadie va a impedirtelo. Sin embargo, te recomiendo que no lo juzgues sin a penas conocerlo, pues podrías estar perdiéndote una gran tarde de pensamientos y reflexiones sin sentido, de esas que hacen que te replantees hasta la medida de tus dedos de los pies. De las que inspiran a hacer cosas grandes, a ver lugares asombrosos y conocer gente irresistible. No soy quién para juzgarte si no quieres si quiera intentarlo, pero tampoco eres tú nadie para decirme que es lo que se supone que debería hacer.




"Mi diagnóstico es sencillo... sé que no tengo remedio."
Julio Cortázar.

miércoles, 25 de julio de 2018

Fire.

Resultado de imagen de renacer foto tumblrMe he dado cuenta de que últimamente ya no escribía. Ya no esaba atenta a los múltiples desvarios de mi cabeza desquiciada, ni a la fluyente inspiración de la ilusión cotidiana. Me había acostumbrado a vivir sin música, a ser práctica, realista. Tenía miedo de miles de cosas y me negaba a hacer otras tantas por miedo a enfrentarme a algo que no conocía.
Creo que está bien tener miedo a veces, enfrentarte a algo nuevo desde el desconocimiento puede resultar abrumador, pero ese miedo debe ir siempre acompañado de ilusión y ganas de hacerlo. Ganas de comerse el mundo de un bocado, de vivir aventuras, de enfrentarse a lo desconocido, siempre con una sonrisa en la cara. Y ahora siento que estoy recuperando todo eso.
Ahora escribo, pinto, bailo en mi cuarto a las tres de la mañana, sin importar que no suene música alguna. Salgo por las tardes, me mantengo ocupada, se me ocurren planes impredecibles que nunca antes se me habían pasado por la cabeza. Siento que vuelvo a tener 17 años, pero con las experiencias vividas de un mujer de casi 22. Y me encanta. Me estoy conociendo de nuevo, estoy volviendo a quererme, volviendo a encontrarme, volviendo a ser esa yo que se había perdido en el bosque y no encontraba el claro por el que había entrado.


No tengo que renacer de mis cenizas. No se equivoquen conmigo, yo soy el maldito fuego.
David Sant

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...