sábado, 17 de mayo de 2014

¿Responderías?

¿Sabes qué? No sé si te acordarás siquiera, pero yo sí que me acuerdo. Y cada vez que lo recuerdo todo mi cuerpo se estremece y me viene esa sonrisa tonta a la cara. Sí, hablo de la primera vez que te vi, que te abracé y que desee no soltarte nunca. Aún sigo deseándolo. De algún modo u otro necesitaba que lo supieses... Sé que no lees esto, pero sé que no puedo decírtelo, no así, no ahora. Algún día te haré leer todo esto, lo prometo. Y si eres tú el que lo está leyendo, por favor, hazme saber que no soy la única que adoró ese primer abrazo, ese primer beso que te robé como si fuese una niña pequeña y que luego, sin darme cuenta de lo que había hecho, intenté actuar con normalidad. Que tonta era ¿eh? Pero no me arrepiento de nada. Bueno, puede que de algo sí... pero no de aquellos días. Fueron, son y serán los mejores de mi vida. Ahora, si me lo permites, voy a ponerte "deberes"... necesito que superes esos días, que me hagas ver que todo lo que permanece latente es para florecer algún día, y con más fuerza que nunca.
Ahora mismo te echo de menos, muchísimo, pero no puedo decírtelo... Qué narices, sí que puedo, pero tengo miedo. Miedo del silencio, de quedarme sin respuesta.
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