Educación.

Antes de nada, quiero recordar que vengo aquí a expresar mi opinión y compartir mis experiencias y reflexiones sobre estas. En ningún momento aludo a alguna persona, pero, como dice mi madre, si el sombrero te sirve, vístelo.
Soy una persona que ama estudiar, es algo que adoro, algo que me gusta. Pero pienso que el sistema educativo del país en el que vivo es incorrecto. Me parece insultante, denigrante y de muy mal gusto que una persona tenga que jugarse su futuro a un número, y no hablemos ya de eso de tener que tomar la decisión de "qué quieres ser" cuando tan solo tienes 14 años. Estas pequeñeces son las que hacen que la mayoría de los adolescentes lleguen tan quemados a los 18 años que lo único que quieren es irse del país en el que se han criado, ver mundo, descubrir si en todos los sitios es igual de incompetente la educación. Porque, seamos sinceros, somos el hazmerreír de Europa.
¿Qué sucede con todo ese dinero que se ha invertido en la educación de esos quemados adolescentes? El gobierno, al ver esta situación, sigue recortando en educación... No sé si llamarlo paradoja o círculo vicioso. Pues cada vez que se recorta en educación el sistema educativo empeora. Si es que puede empeorar aún más.
Querido ministro de educación o, para que nos entendamos, odiado señor Wert, la educación española no necesita una reforma. No es una casa o un piso viejo. La educación es un edificio en ruinas y por mucho que lo reforme no conseguirá levantar un rascacielos de la chabola destejada en la que estamos viviendo. Hay que tirar las ruinas, demolerlas y aplanar el terreno para comenzar a edificar la nueva educación, pero esta vez con unos cimientos que no se vengan abajo cuando el primer alumno ignorante deje de asistir a las clases.

Desde aquí quiero enviar mi más sentido pésame a España, pues está muriendo y nosotros la estamos dejando morir.