lunes, 19 de agosto de 2013

Soy mis propios demonios.

"Estaba sola en una oscura habitación, me levanté despacio de la cama e intenté mirar más allá de aquella espesa oscuridad… Después de un instante encontré unos ojos amarillos mirándome desde un rincón del cuarto y, presa del miedo, agarré la sábana con todas mis fuerzas e intenté esconderme bajo ella.

- ¡Qué absurdo! Cómo si eso pudiese protegerte. – Esa voz rebotó en cada uno de los rincones del cuarto haciendo que todo mi cuerpo se retorciese por el miedo. Era una voz oscura, profunda y terrorífica pero a la vez cálida y conocida. Era extraño como me hacía sentir…

- ¿Quién eres? – Mi voz sonó segura y confiada, pero yo no lo estaba.

- ¿Quién soy? – Aquella cosa de ojos amarillos se levantó y me dio la espalda haciendo que por un momento absolutamente todo fuese oscuridad, pues no poseía cuerpo ninguno. Se aproximó al espejo y conseguí distinguir sus ojos amarillos. – Soy aquello que los niños temen, los adultos conocen y los ancianos admiran. Soy el rencor, la ira, el enfado y la avaricia. Soy joven y fuerte a pesar de ser viejo y débil. Tengo millones de años y he muerto más de un millar de veces.

Aquel ser dio un giro brusco y me miró con aquellos profundos y peligrosos ojos amarillos, y entonces las caras de todos aquellos a los que la humanidad teme aparecieron de la nada como si hubieran estado allí todo este tiempo. Todas empezaron a hablar al mismo tiempo y empezaron a acercarse a mí. No conseguía entender a ninguno pero todos contaban diferentes historias… De repente aquel ser empezó a reír malévolamente, y empezó a acercarse junto con las caras haciendo que estas se uniesen a su tenebroso coro de repetición que se oía más y más fuerte por cada paso

- Soy aquello que los niños temen, los adultos conocen y los ancianos admiran. Soy el rencor, la ira, el enfado y la avaricia. Soy joven y fuerte a pesar de ser viejo y débil. Soy aquello que los niños temen, los adultos conocen y los ancianos admiran. Soy el rencor, el egoísmo, la ira, el enfado y la avaricia. Soy joven y fuerte a pesar de ser viejo y débil… Soy tú, Jessica, soy tu rencor, tu egoísmo, tu ira, tu enfado y tu avaricia. Soy todo aquello que temes. – Ese ser se aproximó lo suficiente como para que pudiese ver el cuerpo que antes no existía, era yo, era una versión de mí. Una versión malévola y egoísta de mi persona.

- Ves, no somos tan diferentes – dijimos aquel ser y yo al unísono con una voz que no reconocí como mía. Me sonreí malévolamente antes de que todo se desvaneciese y despertase sobresaltada en el sofá de la casa de mi tía."

"Nosotros creamos nuestros propios demonios"

domingo, 4 de agosto de 2013

Humanos.

Estoy cansada, cansada de tener que ir siempre detrás de las personas, cansada de que un solo gesto malo haga que todo se vaya a la mierda. Pues cuando hacemos algo mal, cuando cometemos un error, da igual todas las cosas buenas que hayamos hecho, da igual todo el orgullo que hayamos tragado, da igual, no importa. Tan solo importa eso malo, ese error, ese gesto mal interpretado.
Y yo te pregunto ¿acaso tú no te equivocas? ¿Acaso tú no te has sentido como una mierda por culpa de alguien? Porque ahora mismo es cómo me estás haciendo sentir, me haces sentir como la última persona de este jodido mundo, como el ser más despreciable que haya podido pasar por tu vida. Y eso me jode, me jode muchísimo. Pues tan solo tú y yo sabemos que eso no es cierto, que tengo mis más y mis menos, pero que no soy mala persona. Siempre he estado ahí cuando me has necesitado, he intentado animarte, te he ofrecido mi ayuda aunque no la quisieras y jamás he desistido contigo.
Pero ya basta. No puedo más. No quiero ser egoísta, pero tú lo estás siendo conmigo. Realmente yo no te importo nada, o al menos eso es lo que me haces ver. Tan solo te importas tú, tus problemas y tus alegrías.
¿Qué más da que alguien lo pase mal por eso? ¿Qué importa arruinarle el día a una persona? ¿Qué más da?
Pues eso dice mucho, muchísimo de ti...
El mundo sería tan bonito si todas las personas nos dedicásemos a perdonar los errores del resto en vez de retenerlos dejando que se trasformen en veneno. Pues ese veneno es el mismo que algún día acabará con nosotros... Espero que vosotros no seáis así, que no hagáis sentir así a nadie. Pues el dolor que hacéis sentir a esa persona no es ni si quiera comparable con el dolor físico... Nadie debería sentir eso, debería estar prohibido. Pero los seres humanos somos una raza odiosa, yo me incluyo. No tenemos conciencia de lo que sufren nuestros iguales por nuestros actos, pues no los vemos como iguales, si no que preferimos vernos como incomprendidos y aislarnos en nuestra burbuja indolora...

"Ojalá las personas me perdonasen tan fácilmente como yo perdono a las personas."

viernes, 2 de agosto de 2013

Tentación eterna.

- ¿Por qué estás siempre sonriendo?
- Porque tengo motivos para hacerlo.
- ¿Qué motivos?
- Mis motivos para sonreír tienen nombre y apellidos.
- ¿Estoy en esos motivos?
- Fuiste el único motivo una vez, ahora... ahora he encontrado muchos más motivos para sonreír y ya no te necesito. Pero tranquilo, los humanos olvidamos las cosas que nos lastiman. Olvidaré todo eso de ti y me quedaré con todo lo bueno. Me quedaré con las noches en vela, las risas, las anécdotas... Todas esas cosas no las voy a olvidar.
- ¿Tan importante fui para ti?
- Demasiado. No podrías ni llegar a imaginar lo mucho que cambiaste mi vida, y por eso te estoy agradecida.
- Pero.... te he hecho daño. ¿No?
- Sí, mucho, pero lo olvidaré.
- No quiero que lo olvides, quiero que lo recuerdes y jamás vuelvas a caer en la tentación, no quiero volver a hacerte daño.
- Lo harás, y te volveré a perdonar.
- ¿Por qué? ¿Por qué no puedes olvidarme y ya está?
- Porque te quiero, y no quiero olvidarte.



Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...